Cobertura del riesgo empresarial


Nuestro Director de la carrera de Contaduría Pública y Administración de Empresas de la sede 25 de Mayo, el Lic. Marcial González (MAE) , escribió un interesante artículo sobre “Riesgo Empresarial”, para el diario La Nación; que se lee a continuación.

Marcial González Almada, MAE, Mg.
Catedrático universitario
Ex director departamental BNF


Cobertura del riesgo empresarial*

La variabilidad de los resultados esperados, es lo que se conoce como riesgo empresarial. Lo atractivo del riesgo es que encierra una connotación de tiempo futuro, donde un inversionista aguarda obtener beneficios incrementales, y por ende un mayor rendimiento de sus inversiones.

El riesgo se halla inserto en la propia naturaleza de la actividad empresarial. Toda decisión de cualquier compañía,  puede ser con aumento o disminución del riesgo. Ya dependerá del grado de aversión  que se tenga al mismo.  Comparando  a  un pescador que procura en la ribera del rio, con menor riesgo, con otro que toma un bote y se aleja de la costa,  con un riesgo  mayor, pero con la posibilidad de capturar mayor cantidad de peces.

En toda actividad empresarial, si se desea una expresión creciente de utilidad y por ende, mayor rendimiento de la inversión propia, hay que asumir mayores  riesgos, con buena cobertura de los mismos.  En términos estadísticos, que la varianza contenga valores que estén más alejados del valor medio esperado, donde el coeficiente de variación de la dispersión sea mayor a 1.

Asimismo, hay que contar con informaciones relevantes respecto a los riesgos asumidos por la empresa, manejando los instrumentos de cobertura disponibles, incluyendo el diagnóstico denominado FIFE ( factores internos y  externos), que contribuya a la evaluación de la situación actual de la compañía, de cara a una estrategia más ventajosa hacia el futuro.
En los riesgos operativos, existen cuestiones sensibles como fallas constantes de las maquinarias y equipos productivos, de donde las empresas pueden tener problemas con la entrega de la producción prometida a sus clientes. Situación análoga puede aparecer cuando se generan atrasos en la recepción de los insumos, como también la mano de obra productiva no tenga una cualificación debida. La cobertura se dará con mantenimientos preventivos,  buenas relaciones con proveedores,  y adiestramientos permanentes del factor humano, respectivamente.

Observando los riesgos del entorno, estar expectante al comportamiento de los actores políticos, en su afán de construir una nación más creíble, que invite a los empresarios a apostar  sus inversiones dentro de nuestro país. Desarrollar buenas relaciones sindicales, donde sus líderes exijan a sus asociados mayor rendimiento productivo y de venta, y que la empresa estimule esta actitud, creciendo así tanto la compañía como sus trabajadores, y  por ende, aparezcan menos manifestaciones sociales de protesta, y como consecuencia, una equidad social en todos los órdenes.

En los commodities, la cobertura de riesgo puede darse,  cuando un productor agrícola opera en el mercado de futuro, y fija por ejemplo el precio de venta en US$ 100, siendo su costo de producción unitario de US$ 65, a una fecha específica de corte. Llegada la fecha, el precio del commodity alcanza US$ 120.  Si el productor hubiera esperado, ganaba. Pero si el precio de venta desciende a US$ 60, el productor llegará a perder. En este modelo de análisis, el productor agrícola, al prefijar el precio de venta en US$ 100, ya puede planificar con tranquilidad sus utilidades, a la vez que se cubre de las volatilidades de los precios de mercado. Esta última política es contraria a la actitud de los especuladores.

Comúnmente se señala que el riesgo empresarial debe disminuir, en el sentido de que el mismo constituye  un factor negativo. Al contrario, el riesgo debe aumentar, pues produciendo o comprando más mercaderías, la posibilidad de mayor utilidad siempre estará latente, debiendo a su vez el mercado acompañar positivamente. Lo que debe disminuir es el probable efecto negativo que surja como consecuencia de toda apuesta a un riesgo mayor, que se puede lograr con las siguientes estrategias de cobertura: i) mejor calidad productiva que la competencia, ii) precios accesibles para el segmento de mercado atendido, iii) ubicación estratégica del negocio, siendo relevante hoy día disponer de estacionamiento (parking), iv) estupenda campaña promocional, v) atrayente política de ventas a crédito, vi) óptimo servicio de post venta,  vii)  buena atención, trato diferencial, que el cliente sienta la satisfacción como efecto multiplicador, y viii) buen clima laboral, que el personal sienta alegría para ser más productivo.

Concluyendo, la gestión del riesgo  es una  tarea necesaria en toda actividad empresarial, atendiendo la volatilidad de las variables aleatorias (riesgos), y sus incidencias en la toma de decisiones por parte de los directivos, buscando  proteger el valor de la compañía, y la sustentabilidad de la misma en el tiempo de manera exitosa. Es decir, identificar los riesgos, cuantificar los posibles efectos negativos, y tomar las mejores decisiones de cobertura de los mismos, contribuyendo positivamente al crecimiento de la organización y de la economía en su contexto global. Así, tanto la empresa, el país y su gente, serán distinguidos con un estándar de vida mejorado, que pueda significar a su vez,  un orgullo de ser parte  de una nación diferente.